La voz del silencio

  ERES Eres mi impulso a perder el miedo  eres mis ganas de llegar, mis ganas de abrazar  eres mi pensamiento  eres la sublime sensación de mi piel  eres mis suspiros,  eres el brillo de mis ojos  eres el sedante de mi ansiedad, eres la calma de mis enojos  eres luz, eres mi estrella eres mis nervios al mirar  eres quien hace temblar mi cuerpo con solo mi mano tocar  eres tanto que eres todo,  eres justo a quien quiero amar. 

Déjame intentar... Dejame intentar escribirle a tu corazón y decirte mujer, que es linda tu alma. Que no importa el ayer, vive el presente y no te desveles, por que el mañana ya viene. El mañana ya viene... Dejame intentar, dibujar en el sol, una linda sonrisa que ilumine tus días. Y si en tu rostro... pudiera pintar, desde tu corazón, pondría los colores, pintaría en él, la felicidad. La felicidad te daría... Y si intentar pudiera, brindarte la paz, que viene de Dios, recibela niña. No busco mi bien más el tuyo quiero, aunque no sepa el por qué, mi Dios solo sabe. Mi Dios solo sabe... Dejame intentar, extenderte mis brazos, con amor universal, envolverte yo quiero. Y si quieres también, podré tu alma tocar con la luz divina que viene del cielo.

 Hablar con alguien... ¡Quiero hablar con alguien!  Tú siempre pálido, tan callado.  Mientras voy dibujando cada palabra,  voy marcando tu blanca piel con símbolos.  Quiero me escuches pero quiero escucharte.  Callado me miras con cada líneas escrita, todo te lo quedas.  Te quedas aún con mi pensamiento cuando no pronuncio palabra.  Quiero hablar y no encuentro con quien... y es como si quisiera salir del encierro...  de mi mismo cuerpo.  Mi alma tiene las alas plegadas  y solo contigo siento se extienden  y no hay espacio... universo que le detenga, Quiero hablar, pero ¿quién me entenderá?  No... No hay quien me escuche, no hay quien me entienda.  Solo Tú...  Mi confidente el papel. 

 Si solo presintieras lo que siento, esto que me envuelve y me embelesa con solo pensar en tí.  Si tu corazón y alma se quedaran en el silencio de mi amor, escucharían el grito melodioso que atraen a las musas para escribirte versos en la noche incauta que vela como el ave nocturna y solitaria, dictando la frase encantadora que solo por ti llega, revelandose sobre mi almohada entre mi sien que siente tu beso  como el cálido sol de la mañana que brilla entre altas horas de vigilia.  Hasta las sombras huyen cuando me refiero en pensamientos a tu silueta impregnada como lluvia en mi alma.  Mi mente clara te envuelve y te acompaña entre pétalos de gardenia, eres tú el perfume  que ipnotiza mis sentidos llevándome en el tiempo al lugares ilusorios que solo contigo camino.  Tu mano acaricio con la más grande dulzura deseando quedarme eternamente a tu lado.  Y callo como lo hacen los lagos que serenos  mecen sus aguas por el viento agitadas.  Tú mi viento, que la paz arrebatas y m

Se fugó mi mente como aquella estrella que vi caer en la noche oscura a su paso dejando el rastro del peso en su lugar, la fricción causante del dolor, miedo de perder, miedo de quedar en el limbo, sin nombre y sin ti.  Vi mis noches calladas ahogadas en algo inexplicable como el sueño vacío sin anhelos e ilusiones.  Más por la manañana anhelaba la blanca flor neblinada que apasigüara el fuego que ardía latente muy dentro y visualizando tu rostro y tus ojos en otra dirección ya mi luz se apagaba desprendiéndose sin piedad desde el fondo de mi corazón.  Un latido que siempre gritaba tu nombre y un recuerdo adornado de tu mirada agonizaban a cada segundo clamando volver a tenerte en los brazos que sin más deseaban sostenerte en su eterno deseo de protegerte.  El te amo que nunca regresó quedó en el eco que te acompañará día a día en mi nombre silencioso que solo tú conoces. 

Hay días en los que te amo más y son esos días como un refrán que dice lo cierto en mi corazón. Hay días que siento conocer la verdad y es esa verdad, como que después de ti ya no hay más. Hay días... Momentos quizás, en que te siento como ese imán que me atrae hacia ti sin importar que tan lejos estás. Y son esos momentos tan dulces y amargos a la vez,  el no poderte tocar hace de mí, muy dentro un vendaval y más aún el saber que no puedo tus labios besar. Lo dulce lo encuentro cuando pienso en tu sonrisa y en tu esplendoroso mirar. No hay cielo que se compare a mi alma cuando te siento cerca y saber que me paseo en tus pensamientos pudiendo así tu alma tocar.