Luz del espíritu

Tu mirada me agrada , pero si me tocas, me apagas. Soy tan pequeña, mi Padre me puso en medio de tí, como candelero. Cada vez que danzo, el brillo es intenso, de mí se desprenden colores alegres y son algo tenues cuando descanso. Rojo vivo, luz del sol, cuando fuerte soy. Entre azules busco mi paz, cuando más débil estoy, no dejando de lado los amores que me inflaman; cielos, luceros, soles y flores que iluminan y llenan la esencia con la que se levantan mis ganas día y noche, haciéndoles uno, haciéndoles sólo mañanas. Soy la que guía pasos, a veces soy ojos, la oscuridad me teme, huye de mí cuando irrumpo o me acerco. El llanto en risa se vuelve, cuando el miedo en mi compañía se disuelve. Un escudo de fino cristal me proteje, yo amo al viento, sus abrazos... sus besos son mi debilidad, pero un solo roce con él, será para mí, herida mortal. Yo, aunque fuese por un momento, en esta infinitud, de lo finito, por un instante le quisiera alcanzar. ...